Historia y Agradecimientos



EL CARROMATO.

HISTORIA Y AGRADECIMIENTOS



Vuelve a abrirse El Carromato. Luego de muchas muertes y muchas resurrecciones, otra vez la Sala Móvil EL Carromato abre su corazón. Y no va a ser por única vez. En realidad es un acto simbólico. Que El Carromato vuelva a armarse para que la magia del teatro aparezca una vez mas.


Y se abrirá en un espacio verde de nuestra Buenos Aires. O en un espacio vacío, en un galpón,en una calle cortada, en una plaza. Allí donde el teatro nos sorprenda, para que sea el puntapié inicial de un recorrido por barrios, pueblos y ciudades de Argentina. Ese fue el objetivo de origen, ese fue el sueño de un Teatro-Circo que visite los lugares donde el teatro no llega, o llega poco.



Como actor y director del Proyecto El Carromato, voy a agradecer a algunas personas que han hechoposible este Renacimiento.
En primer lugar a mi Padre, Cacho Ciaffone, que fue el primero que ayudó, hace 30 años, para que esta idea se hiciera realidad. Simplemente preguntó,cual era la inversión inicial, contribuyó generosamente como fue siempre su costumbre,y al otro día se olvidó. Y posiblemente hoy, que escribo éstas palabras, a sus casi ochenta y ocho años,
no lo recuerde. Gracias Cacho, porque por esas acciones que uno realiza y se olvida, nacen muchasrelaciones humanas y hechos culturales de largo alcance.


La historia de El Carromato también recuerda a la idea primigenia. Reunidos los actores del dúo Los Ganzúa, Fabián Kamienny, con quien escribe ahora,Claudio Chaffone, más uno de los grandes titiriteros de Argentina, Pablo Herrero, El Juglar, nace la primera idea, la primer ilusión. En esas pasiones de juventud, junto a Fabián del Dúo Los Ganzúa y junto a Pablo de El Grupo el Juglar, nace el Rayo de Creación de EL CARROMATO, que en boca de un artista con mayúscula como Pablo El Juglar, Padre y mentor de artistas populares como son sus hijos, encendieron con la palabra CARROMATO, toda la pasión e imaginación que fluía en nuestro interior de jóvenes artistas. Gracias Pablo y Fabián por haber compartido el entusiasmo de nuestros primeros sueños.


Luego recuerdo la visita, en horas de la tarde, al taller del pintor, también arquitecto, Eduardo Correa. Entre sueños e imágenes creativas que sobrevolaban, ideó el proyecto y el diseño del futuro teatro móvil. Me detengo en una tarde de otoño en el Taller del Artista Plástico. Al ver los cuadros y los frescos en las paredes del taller, me vuelve la admiración por la búsqueda solitaria de los artistas plásticos. Tan distinta a los actores. Admiro la búsqueda en solitario, la cercanía al oficio y al modo artesanal, y la lejanía en el proceso creativo, de lo que llamamos “las luces del centro “.

Con Eduardo se encontró Originalidad y Creatividad a disposición del teatro. Luego si.
Un trailer. Diseño argentino. Estructura alemana. Idea de Circo y por fin: El Carromato.
Armar y desarmar. Año 1989. Mes de octubre. Una palabra de recuerdo para nuestro amigo Aldo Marinucci, que nos contrató para el cumpleaños de su hija, y era tan grande el primer Carromato, que su armado superaba las posibilidades de armado con tantos caños que se elevaban al cielo cual catedral gótica de la edad media. Inolvidable. Junto a Fabián y Aldo. Primer función al aire libre. Luego vendrán otras funciones, y otras, y muchas mas. El Carro, duro y pesado, nos recuerda el imperativo categórico del actor obrero del que hablaba Meyerhold, el gran director teatral ruso. El público, que se acerca en el mismo armado, nos trae vientos de lo que
fue el Circo Criollo.


El Carromato, como niño que se hace adolescente , sufre transformaciones y aventuras variadas.
De la gloria al olvido..Del robo y el extravío a la recuperación. Historias como la que vivimos con Carlitos Mayochi y su niño en brazos mientras rescatábamos el carro de unos trabajadores que se lo habían quedado como pago de una deuda. El rescate antes de que unos Evangelistas lo compren para su prédica, los desalojos varios, y mil anécdotas más. Pasan gobiernos: los radicales, los peronistas, todos losm ismos Quedan los artistas, como decía Enrique Pinti. Pasan los 80, pasan los 90. Pasa el Siglo. Pasa el Milenio. Quedan los Artistas. Sigue El Carromato.

Y ahora sí el agradecimiento a los principales motores de El Carromato. Que son las actrices y actores que le dan sentido. Ahora muy difícil nombrarlos a todos, pues la memoria teje y entreteje rostros y nombres que a veces se confunden y entremezclan. Pero iré nombrando a algunos y a otros los nombraré en futuros escritos. Pido disculpas y llegaré pronto a nombrarlos a todos. Por ahora son Los Actores, y con esa palabra englobo a los integrantes de OXO TEATRO y otras Compañías que han actuado en las tablas de EL CARROMATO. La mayor parte jóvenes, la mayor parte mujeres, como corresponde al teatro en los tiempos que me ha tocado actuar, diferente al teatro isabelino, la mayor parte estudiantes, y a veces algunos profesionales. De lo que no tengo ninguna duda es que con los elencos que vivimos la aventura de hacer teatro en EL CARROMATO tengo un eterno agradecimiento, y con cada artista una relación inolvidable de haber compartido el arte en su plenitud que es imborrable y atemporal. Inclusive con aquellos que la vida con sus cambios y avatares, no ha puesto en veredas contrarias e incluso nos ha convertido en adversarios y enemigos. Aclaro que cuando tiramos juntos de El Carro para armarlo, la pasión por la vocación del Teatro, es más que cualquier diferencia posterior.
Así seguimos varios años. Del orden a la inundación. En los momentos difíciles siempre alguien aparece. En su deambular, El Carromato estuvo en la Casa de una de las actrices de OXO, a quién vale la pena nombrar: Laura “ Iuju “ Varela. Con su canto y su sensibilidad le abrió al Carro su casa de Glew. También un tiempo lo capitaneó el querido e inolvidable Eugenio Draque.

Los actores del Teatro Independiente ( Me acuerdo de Pedro Asquini, Alejandra Boero, Onofre Lovero y el Negro Carella, entre otros) lograron que Proteatro y El Instituto Nacional del Teatro sean realidades. Recuerdo a empleados de ámbos Institutos notables en su cooperación. Me faltarán algunos seguramente. Onofre, Salvatti, los dos Carlos, Sebastián, Martita, Marìa Rosa. Las dos Gracielas ( Fernandez y Mendoza ) del Instituto Nacional del teatro, Lorena y tantos otros.
También hubo rivales, enemigos e indiferentes. Pero ahora de ese trago amargo, no bebe mi corazón.

Surgen ayudas del cielo. El año dos mil nos encuentra unidos... en un nuevo proyecto. Se estrena Cyrano... de Agronomía. Comienzan los ensayos en agosto del año 2001 y El Carromato inicia nueve años de espectáculos ininterrumpidos llevando clásicos para todo público. Desfilan Cyrano, Robin Hood, Ricardo III, Hércules, Cáliban y otros tantos personajes del teatro universal. Gente de todas las edades y toda extracción social. Cada función…. una verdadera fiesta.
Un día, mientras desarmábamos El Carro, le pregunto a una niña que venía todos los domingos a vernos: -Y vos... que querés ser cuando seas grande... ?- “Y... -me contesta- O soy veterinaria...o me voy con ustedes”. Misión Cumplida.


Allì también nos ayudan: Pablo y Federico de la UBA, el Tano Bolseiro y su equipo, Sabanda el Sereno, y el dueño de la casita donde guardàbamos el carro, Luis Ibarra, con su eterna sonsrisa.
En todos esos años con tantas funciones hay mucha gente para agradecer, pero en especial a los actores de OXO TEATRO que han sido un ejemplo de coraje, vocación y amor al servicio del teatro independiente. Estos actores, con sus horas de ensayo y entrenamiento y con su entrega total,son los que mantuvieron vivo el sueño del teatro itinerante en todos estos años. Recuerdo y valor,entre otros, la fuerza y el empuje de Alejandra Tossi, Paulo Chappe, Martín Casas, Diego Cáceres.

Que entre pinzas, mariposas y martillos lucharon para armar el espacio teatral. Ni que hablar de“ Las Chicas “, las actrices de OXO TEATRO que han dado el ejemplo de actitud artística ligada a la belleza y el arte y la actitud combativa y guerrera ligada a la lucha contra las adversidades.
Son muchas e inolvidables. Algunas se que siguen con sus propios carromatos soñando y actuando por otros cielos como Mariana, Mariela y tantas otras. Pasan los años. Del 2001 al 2009.

Al finalizar el ciclo en Agronomía, como todo lo que vive, finaliza, el carromato retoma su
peregrinación, realizando funciones en diversos espacios y yendo de un lado para otro.
El teatro necesita suerte y ayuda de hadas o hados que le tiendan una mano siempre que está en crisis ( casi se podría decir que siempre está en crisis ) pero decía que, cuando peligra su supervivencia, debe hacerse presente un hecho casi sobrenatural. Azares llenos de sentido, como decía Federico Nietzche, que posibiliten el renacimiento. Y los trabajadores. Las bases. El Pueblo, representados por el Tano Bolseiro, jefe de Mantenimiento y su equipo de Trabajo, nos han ayudado enormemente para que El Carromato vuelva a ser una realidad, en la primavera de ese año 2011. Vaya el agradecimiento enorme para El Tano y su equipo, así como para Luis Ibarra que “siempre” nos recibiò con una sonrisa.

Y ahora sí, de la mano de nuestros Angeles de la Guarda vuelve a abrirse El Carromato, para iniciar una nueva gesta cultural a partir del año 2012 hasta el presente la que El Carromato recorrerá barrios, pueblos y ciudades de nuestro país. Los jóvenes actores de OXO TEATRO, están presentes con mano, corazón y mente, y se renuevan permanentemente en sus talentos unos a otros. Graciela Correa, en una llamarada creativa de imaginación y visión, encuentra un espacio en Palermo, cerca de las vías del tren y comienza una nueva etapa y oro renacimiento. Se inicia el periplo
de EL CARROMATO Y OXO TEATRO por los barrios de Palermo, Saavedra, Belgrano y Colegiales . Aquí también son muchos los agradecimientos. En primer lugar a Alejandro Perez, gestor administrativo y cultural que nos brinda todo su apoyo personal en El Parque Tres de Febrero de Palermo.

Y luego la historia sigue, con la potencia y el compromiso juvenil de Santiago Lavia y los nuevos compañeros que nos acompañan. Las chicas. Gracias. Muchas Gracias.

En la tardecita de un sábado o domingo cualquiera los actores-obreros comenzarán a abrir El Carro, y el espíritu de Cyrano de Bergerac, de El Quijote, de Hamlet, de Próspero, y de Martín Fierro volverán a estar presente en este eterno y milenario ritual.

Claudio Chaffone. Buenos Aires.





El Carromato

Una de las principales Armas de Guerra, culturalmente hablando, de la Compañía OXO TEATRO, ha sido y es… EL CARROMATO. Con orígenes en el mí...